“Y así fue, un sol rebosante de medio día que hacia fruncir
su ceño, caminaba a paso ágil entre desconocidos por la ciudad. Los escasos
arboles con su débil sombra, no ayudaban a quitar un molesto rostro producido
por el astro.
Despersonalizado producto de sus ansias y sus brazos sin
respuesta, se observaba como si de una película se tratase; acción, ficción o
drama. Solo tenía la certeza de quien producía tal protagonismo.
Despersonificado por un desconocido futuro, sus rodillas al mismo tiempo que
sus palmas contactan de manera busca e inesperada el caliente asfalto. Aislado
del mundo que avanzaba entre sus ojos, desalojado de su cuerpo, en ese momento
logra darse cuenta que existe el presente”
No hay comentarios:
Publicar un comentario