El adorable evento
rutinario de caminar, hoy se hizo presente. Como ayer, hoy, mañana quizás.
Caminó
siguiendo los pasos de ayer. Pasos que solo dejaban dos huellas esta vez. Entre un ágil andar y rítmicas zancadas, el silencio fue la siguiente
pista. El increíble escenario se produjo al dar vuelta la
esquina, Republica, Romero, un árbol vestido de invierno y un sol crepuscular;
saludaba entre las ramas. Helical.